miércoles, 21 de diciembre de 2016

CHEQUEADO. FINALIZANDO EL PRIMER AÑO DE GOBIERNO EN TIERRA DEL FUEGO








Dr. Federico rauch
(c) Permitida su reproducción total.

Terminando el año 2016 se puede hacer un chequeo del primer año de los gobiernos locales en Tierra del Fuego. En Enero comenzó la gestión de Rosana Bertone y su bancada legislativa  formalmente afiliada al Frente para la Victoria junto al PRO; un equipo ecléctico pero con una clara dirección: Que la mayoría de la población se haga cargo de las deudas generadas por las anteriores gestiones, el inmenso gasto político para auto remunerarse y un gasto estatal ineficiente y a veces corrupto.



Para ello implementaron un paquete de leyes y acciones cuyo detalle y análisis ya fue objeto de notas anteriores y en lo sustancial significó:

1) Una reforma integral fiscal, que aumentó los impuestos mucho más allá que la inflación, incrementó las facultades, sanciones y sistemas de seguimiento y vigilancia fiscal,

2) Cuasi privatizó en un órgano fiscal autónomo (Aref) el control y la privatización de las bases de datos de los contribuyentes, la fijación y uso de las exorbitantes atribuciones que se le otorgó, todo ello a un costo del 4,27% del total de los ingresos que percibe la provincia de la Nación y los contribuyentes locales, un costo claramente excesivo e injustificado, que según declaraciones de la propia entidad le significó a su director ejecutivo, el imputado federal Capellano y el resto de su equipo, un ingreso superior a 40 millones.

3) Un incremento de las tasas por servicios y la imposición de nuevas, en la mayoría por servicios que ya están pagados por los tributos vigentes.

4) Una reducción concreta y efectiva de los salarios y las jubilaciones de esos mismos contribuyentes y otros mediante 2 mecanismos concurrentes: Descuentos y congelamiento de los salarios. (“aporte solidario” y negativa a paritarias).

5) Aumento real (más allá de la inflación) de los servicios esenciales de agua potable, servicios sanitarios, servicios sociales, servicios de salud, energía eléctrica y gas;

Todo ello, tal como lo anticipáramos en marzo (https://goo.gl/tyF2MI).-
Sin un plan económico y fiscal que modifique el curso de decadencia en que se halla la provincia, lo único que se halla garantizado es el gasto suntuario de una clase política decadente y prebendaria.

Paseos y viajes internacionales, salarios de más de $100.000,00 mensuales, obras para mejorar despachos y oficinas de los jerarcas, alquileres de inmuebles, obras y servicios para mejorar su calidad de vida y ambiente de “trabajo”, préstamos a la cuenta futura de los fueguinos para pagar los llamados “gastos corrientes”, ect.

En el plano social, definitivamente este no ha sido el año de los trabajadores, ni estatales ni privados. Para silenciar su descontento, se ha recurrido al uso liso y llano de la policía, con el aval de ciertos jueces y fiscales que convalidan la disolución por la fuerza de manifestaciones pacíficas o, como se les dice ahora, protestas sociales.

En ese marco represivo, los dos mayores sectores laborales de la provincia, los docentes estatales y los industriales privados, han sido directa y duramente perjudicados. Es decir, la mayoría.  Los primeros castigados por el congelamiento de sus salarios, combinados con descuentos masivos e ilegales,  y los segundos por suspensiones y despidos progresivos, mientras los accionistas de las empresas acuerdan con el gobierno nacional como cambiarse la camiseta de fabricantes por la más cómoda y expedita de importadores.

En suma, el balance de la gestión es claramente negativo.

Estos son los hombres y mujeres que ajustan a los trabajadores y los contribuyentes, les piden paciencia, comprensión y sacrificio para un futuro mejor y “relatan” éxitos inexistentes, mientras se fijan salarios obscenos, viáticos excelentes, y gestionan su abundancia, en convivencia con las “sugerencias” y políticas del gobierno nacional.

El año cierra así, no sin antes ir por más e intentar cambiar la Constitución, para “adecuarla” a sus intereses temporales, quitando restricciones republicanas, ampliando facultades y atribuciones sin control ciudadano u orgánico, de lo cual nos ocuparemos en futuras notas.

Y para no discontinuar sus políticas de legislar entre gallos y medianoche y a espaldas del pueblo, no sería de extrañar que sorprendan este fin de año con otro “paquetito” de leyes sin consenso alguno.

Un año es un tiempo suficiente para conocer el pelo del animal.